
Tras medio año afectado por la pandemia del coronavirus, el ciclo lectivo busca definir las cuestiones pendientes para su eventual y pronto regreso al dictado presencial de las clases, con el armado de un protocolo que será analizado entre las autoridades y los gremios docentes, desde los cuales mantienen la incertidumbre si están las condiciones dadas para el retorno a las aulas.
En las últimas horas, comenzó a circular el “borrador del protocolo” entre los docentes, anticipando acciones a implementarse. A modo de síntesis, por aulas habrá una cantidad mínima de alumnos para garantizar el distanciamiento y evitar la aglomeración de personas. En caso de que un alumno presente sintomatología de COVID-19, sus compañeros dejarán de asistir y se desinfectará la instalación. Si diera positivo, sus compañeros deberán cumplir el aislamiento de 14 días. Si es negativo, se continúa con el dictado de contenidos.
Familiares podrán asistir a los establecimientos previo turno con la institución o en casos de urgencia. No se podrá compartir espacios cerrados por más de 15 minutos, se buscará garantizar la ventilación de los establecimientos y el uso del tapaboca será permanente. Además se prevé que las instituciones cuenten con los insumos de sanidad e higiene necesarios.
Este “borrador” será sometido al análisis entre el Ministerio de Educación y los gremios docentes una vez concluido el receso invernal. Mientras tanto ya hay algunas aseveraciones e interrogantes por parte de los últimos, no solo por la cuestión edilicia y de insumos, sino también epidemiológica.