Si bien el presidente Alberto Fernández tomó la decisión de extender el asilamiento preventivo y obligatorio hasta el 26 de abril, en Salta las calles se ven cada vez más concurridas generando preocupación ante un posible brote sorpresivo de COVID-19.
El uso obligatorio del tapabocas parece haber bajado la guardia de los salteños, muchos creen que esa herramienta les permitirá evitar un contagio de coronavirus y comenzaron a salir de sus casas, a pesar de que el aislamiento preventivo y obligatorio sigue vigente. Esto ha generado preocupación ante un posible brote sorpresivo de la enfermedad que hoy no tiene tratamiento.